¿Qué es la "Filosofía de la Educación"?

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Qué es la Filosofía. La Filosofía como saber o la perspectiva filosófica

La Filosofía se constituye como el saber más general y a la más profundo sobre la realidad, porque se ocupa del conocimiento del ser en toda su amplitud a la luz de sus últimas causas y primeros principios.
El conocimiento filosófico se caracteriza por estar reflexiva y críticamente fundado, por su exigencia de coherencia interna y adecuación a la realidad, y no por su realización práctica en una determinada cultura.
La Filosofía, por su propia naturaleza constituye un saber de segundo orden entendiendo por saberes de primer orden tanto el conocimiento espontáneo, como las ciencias particulares – pues sólo superando el plano epistemológico de estos saberes es posible alcanzar la unidad de sentido a la que tiende la Filosofía.
La Filosofía toma como punto de partida el lenguaje ordinario y la evidencia, tanto empírica como intelectual: trata de los fenómenos que todos conocen, de las cuestiones que interesan al ser humano, bien científicas, poéticas, historiadores o “gente de la calle”. Pero el filósofo pretende llegar a la interpretación última o más profunda de los hechos.
El ejercicio del pensamiento filosófico suele presentar el problema de la diversas últimas interpretaciones o explicaciones globales de lo real que son incompatibles entre sí. Pero podemos ver cómo a lo largo de la historia los filósofos han ofrecido explicaciones de ciertos fenómenos o han analizados problemas de comprensión desde diferentes perspectivas. Y cuando realmente “pusieron el dedo en la llaga”, los filósofos posteriores retomaron y corrigieron sus planteamientos. Por eso también se puede decir que el pensamiento filosófico es uno y se puede sostener con Leibniz que, dado que la Filosofía se ocupa del estudio de la totalidad de lo real, en el fondo todos los filósofos se han hecho siempre las mismas preguntas y han dado siempre las mismas respuestas, pero – habría que añadir con Hegel – que cada vez desde un nivel distinto, más alto, en la historia del espíritu.

La Filosofía de la Educación como aproximación filosófica al conocimiento de la Educación

La Filosofía de la Educación, se puede definir de la forma más sencilla como la aproximación al mundo de los fenómenos educativos empleando la metodología propia de la filosofía.
La Filosofía de la Educación (FE): se constituye como un tipo de saber práctico. Esto significa que se trata de un saber de y para la acción, es un conocimiento en y desde la acción. La Filosofía de la Educación no tiene como fin principal la contemplación de la realidad educativa, sino la mejora de esta actividad. No se trata de un conocimiento teórico que se aplica después de la acción, sino de un saber que se decanta en la misma acción.
La consideración de la realidad educativa desde una perspectiva filosófica debe afrontar obstáculos que conviene examinar. Primeramente tenemos dos frentes:
  1. Los prejuicios de los hombres de la calle.
  2. Las resistencias de los profesionales.
Cuatro objeciones más comunes:
  1. El humano de la calle suele rechazar los planteamientos filosóficos porque considera que la Filosofía es un tipo de saber excesivamente teórico. A esta objeción se puede decir que, ciertamente, el pensamiento filosófico para alcanzar su nivel de generalidad propio, y al situarse en ese plano, lo que gana en precisión se pierde en riqueza significativa, pero ésa es la ventaja y el inconveniente de todas las formalizaciones, como sucede por ejemplo en el caso de las matemáticas.
  2. En el ámbito de los profesionales, manifiestan que no saben muy bien qué quiere decir exactamente Filosofía de la Educación. Pues bien, siguiendo el manual de la asignatura, podemos afirmar que la Filosofía de la Educación se define como aquel saber que se constituye como una reflexión radical – filosófica – sobre los supuestos profundos de la Educación  y que requiere un buen conocimiento de la historia, el ejercicio del análisis del lenguaje y el dominio de la antropología filosófica. Se trata del área del saber que se ocupa de la investigación de la Educación como práctica singular, y que debe aunar dos exigencias, aparentemente contrapuestas: la apelación a una imagen directiva del ser hº educable, y la atención a las condiciones contingentes en que se realizar la acción educativa.
  3. La objeción más común por parte de los profesionales de la filosofía, consiste en considerarla una disciplina filosófica de segunda categoría. Para la constitución de un saber filosófico debe ser capaz de suscitar preguntas del tipo ¿cómo es esto posible? Muchos filósofos piensan que no son suficientes las preguntas de este estilo que pueden surgir de la Educación y consideran a la Filosofía de la Educación como una reflexión filosófica realizada sobre cuestiones de poca consistencia epistemológica.
  4. Los prejuicios de los mismos profesionales de la Educación  que consideran que tanto la Filosofía como la Filosofía de la Educación son saberes inútiles, incapaces de orientar la acción.
En conclusión, se podría afirmar que estas objeciones no suponen el rechazo de la reflexión filosófica sobre cuestiones educativas, sino que apuntan más bien hacia modos concretos de llevarla a cabo que se muestran poco eficaces de cara a la acción; y reclaman una manera diferente de desarrollarlas.

La Filosofía de la Educación como disciplina académica

Tanto filósofos como pedagogos se han mostrado reticentes a la hora de considerar la Filosofía de la Educación como una disciplina académica.
Aquí se considera la Filosofía de la Educación como una disciplina académica de pleno derecho:
  • Su objeto propio, consiste en la elaboración de un cuerpo de doctrinas sistemático en el que se abordan problemas específicos: aquellos que se derivan de la consideración de las cuestiones últimas acerca del proceso educativo y del ser humano como alguien que debe ser educado.
  • Metodología propia, el análisis filosófico de la realidad educativa y de los procesos de enseñanza – aprendizaje.
  • Fin particular, permitir a los profesionales de la Educación comprender mejor el sentido de su actividad y mejorar así su ejercicio.
La Filosofía de la Educación no constituye un campo independiente, sino que debe cultivarse un diálogo interdisciplinar con los otros saberes que se ocupan del estudio del ser humano y de la educación. La Filosofía de la Educación puede situar en el lugar de intersección entre la Filosofía de la cultura, la antropología de la Educación y la ciencias de la Educación, donde estas tres realidades se encuentran con el afán común por comprender en plenitud el ser humano en cuanto educable.
A mediados del s. XX en Gran Bretaña, Richard S. Peters, definió la Filosofía de la Educación como una familia de investigaciones unidas entre sí por su carácter filosófico y su relevancia en cuestiones educativas. Desde 1962 Peters lideró un grupo de trabajo con profesores, expertos en filosofía analítica, que aplicaron la metodología propia del análisis del lenguaje al ámbito educativo. Su objetivo principal era lograr una clarificación filosófica de conceptos como enseñanza, aprendizaje, castigo, autoridad… Los pioneros de la FE en Gran Bretaña se fijaron un doble objetivo:
  1. Que esta disciplina fuera auténticamente filosófica.
  2. Que se entendiera su relevancia de cara a la formación del profesorado.
La Filosofía de la Educación en España, se ha caracterizado por las notas dominantes en su desarrollo de dispersión y falta de unidad de criterio en su elaboración. Ha habido quienes han cultivado una F para la E; otros han llevado a cabo deducciones lógicas a partir de grandes sistemas filosóficos, etc.
Las primeras noticias de FE como disciplina curricular universitaria en nuestro país se remontan al año 1932, cuando se crea la Facultas de Filosofía y Letras de Madrid. Pero no es hasta 1975 cuando la FE queda convertida en una Cátedra exclusiva de estudios.

Relaciones de la Filosofía de la Educación con otras disciplinas académicas

La Filosofía de la Educación se propone llevar a cabo una reflexión que ilumine las cuestiones fundamentales del quehacer educativo con el fin de ayudar a mejorar la práctica pedagógica. Para ello, debe trabajar conjuntamente con aquellos saberes que se ocupan del estudio del ser humano en cuanto educable y de la naturaleza y rasgos propios que caracterizan la actividad educativa.
En España se utilizó inicialmente el término Pedagogía para referirse a la ciencia que tenía por objeto específico de estudio la Educación  La disciplina que describe y da razón de la actividad educativa y se propone averiguar cómo debe llevarse a cabo. Al fin, ciencia que aporta la fundamentación teórica, tecnológica y axiológica dirigida a explicar, interpretar, decidir y ordenar la práctica de la Educación.
Pero, paradójicamente, la denominación P perdió su carga “científica” y aparecieron otras dos disciplinas – teoría de la Educación y antropología de la Educación.

Filosofía de la Educación y Teoría de la Educación

En el mundo anglosajón que es donde la Filosofía de la Educación se ha desarrollado con más vigor los último 50 años, no existe la distinción entre la Filosofía de la Educación y la Teoría de la Educación. De hecho, Dewey, sostenía que ambas denominaciones trataban de lo mismo.
En esta línea, hay autores que sostienen que la existencia de estas dos disciplinas en nuestro país obedece más a motivos de política educativa que a razones estrictamente epistemológicas.
Así, por ejemplo, hay quienes defienden que la Filosofía de la Educación es una disciplina heredada de la P G y, por tanto, de corte más metafísico, mientras que la Teoría de la Educación pretende constituirse como una más entre las cc de la Educación, más cercana a los objetivos, contenidos y métodos propios de las cc positivistas.

Cuadro comparativo:
Filosofía de la Educación Teoría de la Educación

  • Posee una intención normativa
  • Estudio desde un enfoque más interpretativo.
  • Busca fundamentar reflexivamente la acción.
  • Se caracteriza como un saber globalizador, comprensivo de los fenómenos educacionales, referidos a los presupuestos epistemológicos, antropológicos, axiológicos y críticos de estos procesos.

  • Un saber de carácter más descriptivo y demostrativo.
  • Estudia la Educación desde un punto de vista predominantemente fáctico.
  • Orientada hacia el análisis de temas inmediatos o circunstanciales.
  • Tiende a constituirse como un conjunto de teorías explicativas de los procesos educativos, se ocuparía del aspecto científico – positivo del conocimiento de la Educación.

Filosofía de la Educación y Antropología

La Antropología cumple una función propedéutica en cualquier estudio relacionado con la Educación  ya que disponer de un conocimiento adecuado del humano de su modo de ser y de obrares una condición necesaria para poder llevar a cabo con acierto la tarea educativa.
Entre los estudios antropológicos que revisten mayor interés para la Educación se pueden distinguir dos ámbitos:
  1. La Antropología positivista:
    1. Antropología Física: considera al humano en cuanto miembro del reino animal: características físicas, rasgos somáticos, las diferencias raciales, las influencias del medio ambiente. Busca determinar, desde el punto de vista de las ciencias, cúales son los humanos  es decir, a qué tipo de organismo vivo podemos aplicar el calificativo humano.
    2. Antropología Sociocultural: estudia al comportamiento aprendido del humano  los procesos por los que se enfrentan al medio natural, el modo en que se transmite la cultura. La Antropología sociocultural se centra así en la investigación de los sistemas socioculturales desde el punto de vista diacrónico y sincrónico.
  2. La Antropología Filosófica: trata de responder con la mayor profundidad, amplitud y radicalidad, a la pregunta por el ser del hº desde el nivel específico de la reflexión filosófica.
La Antropología física y sociocultural, estudian distintos aspectos de la facticidad humana empleando los métodos y procedimientos propios de las ciencias particulares. La Antropología Filosófica, se propone comprender el sentido de lo humano.
La consideración de la cuestiones antropológicas más estrechamente vinculadas a la Educación  han dado origen a una disciplina nueva: la Antropología de la Educación  caracterizada por la diversificación de temáticas y metodologías entre quienes la cultivan. La relaciones que se establecen entre la Antropología y la Filosofía de la Educación dependen del tipo de Antropología que se cultive en cada caso.

La Filosofía de la Educación y los educadores profesionales

La Filosofía no es un tipo de saber útil en el sentido en que pueden serlo las matemáticas; pero es de gran utilidad porque cumple una función imprescindible de cara al conjunto de la acción humana  que por tratarse de la actividad de un ser racional debe estar guiada por el conocimiento.
Cualquier PE necesita disponer de un esbozo, idea o imagen previa del humano que permita formular una noción de “persona educable” que oriente, a modo de fin, toda la labor. Pero esta idea sólo puede realizarse tras una reflexión que es, por sí misma, filosófica. Los educadores necesitan, por tanto, conocimientos de Antropologia de la Flosofía con su cosmovisión correspondiente. Por otra parte, los educadores necesitan a la FE porque es el saber al que corresponde elaborar una síntesis de carácter totalizador.
Las prácticas educativas tienen que ver siempre con cuestiones que versan sobre la naturaleza del conocimiento y el modo en que se adquiere; además implican la realización de juicios de valor, y es muy difícil comprender cómo se puede hacer frente a esas cuestiones sin llevar a cabo una reflexión filosófica.
Hay otro asunto fundamental que sólo puede plantearse con acierto desde la perspectiva Filosófica: la justificación de la normativa pedagógica, ya que no es legítimo extraer consecuencias prescriptivas desde la simple observación de los hechos realizada con los métodos propios de las ciencias experimentales. Sólo tras una reflexión sobre el ser y el deber ser del humano, se pueden formular conclusiones que tengan fuerza normativa en el ámbito pedagógico.
Cuando se considera que el educador no es un operador mecánico, sino que debe actuar con responsabilidad propia, la Filosofía de la Educación acude en ayuda de los profesionales brindándoles un conjunto de conocimientos claros, coherentes y específicos, que contribuye a iluminar el ejercicio de su actividad educativa.
  • Les permite, alcanzar una mayor claridad en la formulación de las metas educativas.
  • Facilita alcanzar una mayor coherencia lógica en los propios planteamientos, de manera que lo que se afirma tenga sentido y pueda sostenerse racionalmente.
  • Hace posible adquirir un adecuado nivel de especialización y lograr un mayor nivel de discernimiento.
  • Contribuye a sostener cuestiones que, llenen de perplejidad a una persona, sólo son medianamente problemáticas para los filósofos.
  • La Filosofía puede prestar una gran ayuda señalando, precisamente, que no es necesario adentrarse en profundidades metafísicas al tratar determinadas cuestiones educativas. Parte de su utilidad consiste en mostrar en qué puntos una incursión filosófica no es en absoluto necesaria.
La Filosofía de la Educación no se propone directamente generar nuevos conocimientos pedagógicos, sino que se orienta de manera inmediata a proporcionar una mejor y más profunda comprensión de aquello con lo que los profesionales de la Educación ya están familiarizados; y ayudarles a conocer las discusiones que tuvieron lugar en el pasado, los problemas candentes
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